martes, 14 de febrero de 2012

ILUSTRE ORGANERO DE AZPEITIA


Siendo el 2012 el año del centenario de la muerte del organero Aquilino Amezua y, siendo vecino de Azpeitia, mi mismo pueblo natal, veo la necesidad de dar a conocer tan peculiar personaje al que incluso este año se le ha dedicado la carroza de las fiestas de la tamborrada de San Ignacio de San Sebastián, labor que este año disfrutaremos por partida doble, ya que en carnavales volverán a desfilar la carroza por las calles de Azpeitia.


D. Aquilino Amezua Jáuregui (1847 – 1912), figura histórica clave en la construcción de órganos del siglo XIX y principios del XX, nació un 4 de enero en el seno de una familia ya dedicada a la construcción de órganos. Su abuelo Diego Amezua, nacido en Elorrio (Vizcaya), ya se dedicaba a la organería y se conocen obras realizadas por él en órganos tales como: Ntra. Sra. De la Encina de Arceniaga (Álava),  Vidangoz (Navara), Bulgui (Navarra), Anorbe (Navarra), parroquia de San Nicolás de Pamplona, San Martín de Tours de Beránstegui (Gipuzkoa), San Martin de Tours de Urretxu (Gipuzkoa), etc. en esta dedicación le ayudaba su hijo Juan Amezua, que posterior se caso con Petra Jáuregui, de dicha unión dieron fruto siete hijos, de los cuales, cuatro continuaron con la tradición organera familiar: Diego (Bilbao 1832 – Azpeita 1868), Joan Prudencio (Azkoitia 1842 – Palencia 1903), José Hermenegildo (Azpeitia 1845 – 1905) y Aquilino (Azpeitia 1847 – San Sebastián 1912). Estos cuatro hijos colaboraban con su padre y le ayudaban en todos los trabajos que realizaba, siendo uno de los mayores trabajos y más polémico el de la construcción del órgano para la parroquia San Sebastián de Soreasu, su propia villa.

Para Juan Amezua esta labor resulto ser muy gratificante, ya que podía trabajar para su propia parroquia pero a la vez le perjudicó a causa de no haber sabido o podido construir lo que realmente le encargaron, que no era más que un órgano romántico. Hay que decir que Juan Amezua provenía de un método de construcción de órgano muy distinto al que le exigieron construir pero, la nueva “moda” o  nuevo estilo de música y órgano que venían le obligó a modificar su modo de construcción y adaptarse a la nueva era. Juan Amezua aprendió el oficio organero con su padre Diego Amezua; eran organeros muy familiarizados con la construcción de órganos barrocos pero, estos órganos caracterizados por ser más “duros” se iban relevando por el nuevo estilo de órgano que empezaba a demandarse con más fuerza, los órganos de estilo romántico.
Encontrándose en un punto crítico de transición, no tuvo otra opción que aprender y ver lo que era un órgano romántico. Tuvo suerte, ya que en 1856 Aristide Cavallé-Coll, gran organero francés, construye el primer órgano romántico en España, más concretamente en Lekeitio (Bizkaia), la misma fecha en la que a Juan Amezua le encargan la construcción del órgano romántico para la parroquia de Azpeitia, se sabe que visitó este órgano para tener nuevas referencias y ver de lo que se trababa, pero la falta de experiencia hizo que no terminara de acertar por completo en la construcción del órgano de la parroquia de Azpeitia, teniendo que sufrir duras críticas (y difamaciones seguramente), esto termino por crear frecuentes problemas familiares. Por estas fechas, Aquilino Amezua tiene 9 años y, aunque su padre pudiera estar resignado, para él esta actitud displicente generada contra ellos terminó causándole la necesidad de irse de casa e incitándole a aprender el oficio más profundamente y ver qué es lo que actualmente se demandaba alrededor del mundo del órgano.

El rechazo social que creó el órgano de la parroquia de Azpeitia fue realmente lo que estimuló a Aquilino a contribuir en el desarrollo de sus propios conocimientos de organería, para ello y teniendo 16 años, decide realizar varios viajes con el objetivo de hacer “espionaje industrial”. En un principio viajó a Burdeos y después a París con el deseo de ingresar en algunas de las casas organeras francesas que tanta fama tenían entonces. Una vez en París, Aquilino, con la mediación del banquero vasco Alcaine, intenta ingresar a trabajar en la casa Cavaillé-Coll siendo rechazado después de varios viajes y promesas; esto crea en Aquilino desprecio de por vida hacia Cavaillé-Coll. La fuerza y perseverancia de Aquilino hacen que terminen admitiéndolo en la casa Stoltz de París, donde estudia la construcción de tubos. Más tarde conoce la fabricación de pianos en la casa Blondell también en París. Posteriormente se traslada a Inglaterra  e  ingresa en la fábrica de órganos Gran, donde aprende armonización. No satisfecho con estos nuevos conocimientos adquiridos, viaja a Suiza y Alemania, trabajando en la casa Welte, quien aplica el invento de Schmoele-Mols, incorporando la electricidad a los órganos. Una vez terminada esta etapa de aprendizaje y casado con una joven francesa, vuelve a España junto a sus hermanos y padre que aun continuaban con el negocio familiar, pero instalados ahora en Valencia donde tenían sus nuevos talleres. Sin dejar de realizar viajes al extranjero para seguir estando al día, decide cambiar de residencia e instalarse por su cuenta en Barcelona alrededor del año 1882, donde abre un taller en el Paseo de Gracia.

Todos los afanes de Aquilino Amezua en demostrar su creatividad y sus conocimientos organeros encuentran su oportunidad con la construcción de un gran instrumento en el que volcó todas sus energías, exactamente en el órgano que construyó para  la Exposición Universal de Barcelona de 1888 en el que le otorgaros la medalla de 1.ª clase, corona de Oro y una propuesta al Ayuntamiento de Barcelona para la adquisición del órgano por la cantidad de 185000 pesetas. Tras el gran éxito de la Exposición de Barcelona su fama de magnífico organero tuvo un gran eco y se multiplicaron las peticiones de nuevos órganos, tanto a nivel nacional como del extranjero.
El órgano que A. Amezua construyó para la exposición, era un  novedoso instrumento de sistema electro-neumático y construido en 3 cuerpos separados y con una consola a 30 metros de distancia, gracias al sistema mixto, el organista era capaz de hacer funcionar al unísono a todos los distintos cuerpos  del órgano, algo que en aquella época llamó mucho la atención por representar en aquel momento la cima de la tecnología moderna aplicada al instrumento. Este órgano tenía 62 juegos, 5 teclados manuales pedal y unos 4000 tubos sonoros.
Dentro de las innovaciones técnicas que se le atribuyen a Aquilino Amezua, cabe destacar la de la construcción del registro llamado “voz humana” que mediante un nuevo sistema de laringes artificiales obtiene mayor realismo de este registro tan peculiar de Aquilino, también construyó la caja expresiva Erard con la peculiaridad de poder manejar varios pedales que permitían limitarse a una sola parte o a todos los registros del órgano. En definitiva, este órgano fue un hito en España, sobre todo en lo relativo a su complejidad técnica y no sólo en España, sino también en Europa.

Hacia 1892, después de fallecer su esposa, Aquilino se traslada a vivir a Azpeitia, manteniendo los talleres de Barcelona bajo la dirección de Lope Alberdi. En estos años de residencia en Azpeitia, aunque manteniendo a distancia el negocio en Barcelona, se construyen o reforman numerosos órganos, algunos de gran importancia, como el de la catedral de Santa Fé de Bogotá, Filipinas, Montserrat, Vera de Bidasoa, Azpeitia, Onate…

En 1899 se halla instalado Aquilino Amezua en Pasajes de San Pedro (Gipuzkoa), donde construye el órgano de la iglesia del Sagrado Corazón de San Sebastián y, uno de los mayores instrumentos de su carrera, el órgano de la catedral de Sevilla de 1903 en el que aprovecha todos los adelantos técnicos que encuentra interesantes en otros países, tal como bien dice él en sus escritos:
Esta casa se ha apropiado de todo lo bueno de los órganos extranjeros, sean Alemanes, Franceses o Ingleses. Cada uno de ellos posee su especialidad y perfeccionamiento en algunas de las partes del instrumento, pero para los constructores de los mismos pasan desapercibidos las especialidades de cada país y solo cultivan los adelantos propios, desdeñando los ajenos. Por el contrario, esta casa aprueba lo bueno donde quiera que se encuentra. Las contras se armonizarán pues, al sistema Inglés, para conseguir fuerza: los Regustros, Gambas y Dulcianas al sistema Alemán, la Trompetería interior al sistema Francés: y los Flautados, Trompetería exterior y Lleno al sistema Español, aprovechando además los frenos armónicos de distintos sistemas y aplicándose según el timbre y cantidad de sonido que corresponde a cada registro.
Merecen destacarse las visitas que durante estos años realizaron al taller de Pasajes de San Pedro, por un lado el Obispo de la diócesis acompañado por el R. P. Martínez, Superior de la Residencia de Jesuitas, del ex diputado provincial D. Joaquín Pavía y de otras autoridades, y por otro la Familia Real, representada por la reina madre y los infantes. En ambas visitas se ofrecieron sendos conciertos.


Azpeitia, taller de organeros Aquilino Amezua



Hacia 1904 – 1905 Aquilino Amezua decide trasladar sus talleres a Azpeitia, donde se asoció con su hermano Juan Prudencio, que tenía su fábrica en la calle de Emparan. En estos años de trabajo organero en Azpeitia construye numerosos órganos, destacando por su importancia el de la catedral de Valencia. Al fallecimiento de éste, Aquilino se casa con una Azpeitiarra con la que tuvo cuatro hijos, el mayor de los varones seguiría la vocación organera de sus padre, trabajando durante muchísimos años en la casa Duarte de Bilbao.

A principios de 1912, forma sociedad con sus encargados Luciano Cauqual y Leocadio Galdós, bajo la firma <Amezua y Cia.> trasladando la empresa a San Sebastián en Miraconcha, aunque el taller se instala en Hernani.

Tras la muerte de Aquilino Amezua (20 de Octubre de 1912) a los 66 años de edad, su viuda Micaela Nazábal, se une con 2 organeros creando la empresa <Vda. de Amezua Aragones y Eleizgaray>, aunque con poco futuro esta efímera fusión pasa a ser en 1913 en Azpeitia la sociedad <Vda, de Amezua, Aragonés, F. Eleizgaray y Cia. s. en c.> denominada San Ignacio de Loyola Órganos, mientras que sus socios Cauqual y Galdós, continúan con la empresa Amezua y Cia. en Hernani.

Posteriormente Eleizgaray se independiza, creando la empresa <Eleizgaray y Cia.>, incorporando a su empresa la generación de especialistas organeros que Aquilino creó a excepción de Galdós y Caucal. Rafael Puignau (Trató con Aquilino cuando era un niño y realizaba visitas a Aquilino y cia. por la curiosidad y gusto que le estaba cogiendo al oficio), que provenía de la casa Rodríguez de Madrid, es el que asumió la dirección de esta nueva empresa creada por Eleizgaray. La guerra civil en 1936 obliga a cerrar a esta empresa por cese de construcción de órganos.


En 1941 nace en Azpeitia <Organería Española S. A. (O.E.S.A.)> nombre al que se le añadió “Fabrica de San Ignacio de Loyola”. Se aprovecha la misma nave que anteriormente Eleizgaray había creado para la fabricación de órganos. La dirección de esta nueva empresa la asumió Ramón Gonzales de Amezua (aunque el apellido coincida, D. Ramón González no tiene nada que ver con Aquilino Amezua), aunque el verdadero jefe era su padre, en el futuro, fue él el que asumió el cargo de la empresa O.E.S.A. Dentro de la dirección. Rafael Puignay asumió el cargo de Gerente y en buena medida se ve qué la nueva empresa O.E.S.A. era heredera de la anterior empresa Eleizgaray y Cía.

P.D. Don Aquilino Amezua Jáuregui fallece un 20 de octubre de 1912 a los 66 años de edad. Los funerales se celebraron en la Parroquia de San Sebastián de Soreasu de Azpeitia y,  fue enterrado en el cementerio de Abitain. (foto Aquilino)
La revista EUSKALERRIAREN ALDE publica a su fallecimiento un emotivo artículo necrológico que decía:
En los órganos de Amezua llamaban siempre la atención los glautados, y sobre todo, nadie dio a la voz humana la dulzura y naturalidad del organero azpeitiano. Ha muerto sexagenario. Como recuerdo suyo y huella de su paso por el mundo, quedan, no solo los órganos que hizo para diferentes templos, sino varios artífices guipuzcoanos que, bajo sus auspicios, comenzaron a dedicarse a la misma industris en el que él empleó su vida y hoy acreditan y extienden la fama de inteligentes y capaces que tienen conquistada los operarios vascos, a los que no se les muestran hoscas estas labores delicadas que conducen a la fabricación del rey de los instrumentos musicales.

domingo, 7 de agosto de 2011

CONCEPTO Y DEFINICIÓN DEL ÓRGANO

CONCEPTO Y DEFINICIÓN DEL ÓRGANO

El órgano de tubos comenzó en la antigua Grecia inventado por un ingeniero griego llamado Ctesibios, invento denominado Hydraulus. El objetivo de este instrumento era entretener musicalmente los juegos. Por ello, el termino “órgano” procede de la palabra griega “organon”que significa instrumento de música.

Los instrumentos musicales se clasifican tradicionalmente en tres grandes categorías: instrumentos de cuerda, instrumentos de viento e instrumentos de percusión. El órgano, desde el punto de vista acústico, es un instrumento de viento ya que el sonido es producido por medio de una masa de aire.

El órgano está estipulado como el rey de los instrumentos, complejo y múltiple. Acústicamente puede considerarse como una colección de instrumentos: en efecto, los diferentes registros o juegos formados por una serie de tubos parecidos constituyen cada uno por separado un instrumento. Si posee varios techados, cada uno de ellos es considerado como un órgano diferente.

DESCRIPCIÓN

El órgano consta de dos grandes partes: la consola y la caja o cuerpo del órgano; cada una de estas partes comprende gran cantidad de elementos mecánicos, neumáticos, eléctricos y sonoros, cuyo conocimiento se considera imprescindible para el organista.

CONSOLA

La consola es el pupitre de mando del organista que registra y transmite los movimientos del ejecutante en la interpretación musical. Ésta puede presentarse en dos modalidades: unida en la fachada de la caja del órgano y formando así un solo cuerpo con ésta; o bien, con un mueble independiente y separada de la caja.

Los distintos teclados tienen por finalidad ofrecer diferentes planos sonoros al órgano.

El pedal o pedalier es el teclado para los pies. Los órganos antiguos de un solo teclado no tenían pedal.

Los registros son los tiradores o palancas basculantes encargados de accionar o abrir el registro que deseamos que suene. Éstos normalmente siempre vienen con una anotación para indicar el efecto que produce al accionarlos.

Los acoplamientos unen la sonoridad de los teclados entre sí, o bien con el pedalier. Los acoplamientos permiten accionar registros de diferentes teclados simultáneamente. Podemos encontrar tres tipos de acoplamientos: acoplamientos de manuales entre sí, acoplamientos de manuales al pedalier y acoplamiento de octavas. Ésta última clase de acoplamiento permite que en un teclado suenen las octavas bajas o agudas de otro teclado o del mismo teclado.


Las combinaciones son mecanismos destinados a la registración. Su finalidad es ofrecer al organista el paso de una registración a otra con suma rapidez.

Los órganos también disponen de efectos que la imaginación de los organeros ha hecho que estos instrumentos dispongan de efectos tales como: campanillas, tempestades, percusión, carrillón rotatorio etc. u otros más habituales o fáciles de ver como son:

La caja expresiva. Los tubos están encerrados dentro de una caja con la parte frontal abierta. En dicha abertura se ajustan persianas que se cierran o abren por medio de un pedal o palanca colocada normalmente encima del pedalier. El fin de la caja expresiva es obtener cambios de volumen en el sonido.

Crescendo. Abre los registros desde el más suave al más fuerte o viceversa, siempre de forma progresiva.

Transpositor. Sirve para subir o bajar los tonos del teclado.

Trémolo. Produce una vibración en el sonido estático del órgano. Imita la vibración o falsete que suelen hacer los cantores.

CUERPO

Se considera caja o cuerpo del órgano el que contiene los mecanismos y elementos destinados a producir el sonido. En la caja del órgano se encuentra también el elemento decorativo más destacable del mueble, que es la fachada (parte frontal de la caja del instrumento).

En esta parte del órgano es donde se encuentran los tubos. El tubo es un cilindro metálico o de madera que contiene la columna de aire. Esta columna de aire se excita o vibra al insuflar viento en la parte inferior del tubo y produce sonido al chocar con el alma. Cada tubo del órgano solo puede producir un único sonido. Son necesarios, por tanto, tantos tubos como notas tiene el teclado. Los tubos del órgano cantan siempre con la misma intensidad.



El secreto es una caja de madera, de forma rectangular llamada caja de distribución. En la cara superior de la caja hay hileras de agujeros donde se colocan los tubos correspondientes a un teclado o al pedal. Hacia el secreto convergen todas las teclas y todos los registros de la consola. Para que entre el aire en un tubo es necesaria la acción combinada del teclado y de los registros, que son los que impiden o facilitan el paso del aire a los tubos según se encuentren cerrados o abiertos.

Para comunicar la consola con el secreto, el órgano dispone de la tracción (la tracción transmite los movimientos del organista sobre las teclas hasta las válvulas del secreto).

Existe la tracción mecánica, la tracción neumática y, la tracción eléctrica como los más comunes. Gracias al avance eléctrico, ahora también existe otro tipo de tracción que puede unir la consola y el secreto con un elemento no físico o material no visible: se trata de dotar a este conservador instrumento de radio frecuencia, pudiendo de esta manera, transmitir la información eléctrica que la consola emite al secreto sin ningún tipo de cables de por medio.

Supongo que con el tiempo, también habrá que acostumbrarse y adaptarse a los avances que la informática nos traerá. ¿Se imaginan esta transmisión de información vía Bluetooth?

El órgano suena por medio del aire que entra a presión en los tubos; aire que se obtiene mediante la compresión del fuelle. El fuelle es un aparato que recoge aire, lo comprime y, lo insufla en los tubos a través del secreto. Antiguamente, los fuelles eran de cuña, muy inestables. En 1570, Lobsinger inventó los fuelles de pliegues rectos en las paredes, que permiten una presión más regular. Prácticamente desde entonces estos fuelles de alimentación no han evolucionado más, puesto que se limitaban a la función de comprimir el aire. Actualmente, el almacenamiento y el equilibrio de la presión del aire se logra mediante otro fuelle llamado “de reserva”. Con el desarrollo de las técnicas industriales, los fuelles de alimentación fueron suprimidos y reemplazados por un motor ventilador. En la actualidad, dichos fuelles, se han conseguido incorporar al secreto, ganando así, mucho espacio en el interior del órgano y, teniendo la posibilidad de disminuir las dimensiones del instrumento.

Por último, se denomina fachada a la parte decorativa del instrumento. Ésta está situada en el lugar más visible, en la parte frontal de la caja o cuerpo del órgano. Normalmente, los tubos del Flautado Mayor o Principal, como juego fundamental, suelen colocarse en la fachada del órgano en posición vertical. Otros juegos, como la lengüetería tendida o de batalla, se colocan horizontalmente en la fachada. A veces, los tubos de la fachada no suenan, sino que son puramente ornamentales, en cuyo caso suelen recibir el nombre de “tubos canónigos”.


lunes, 7 de febrero de 2011

TAMBORRADA SAN SEBASTIÁN & CARROZA INSPIRADA EN UN ÓRGANO

Tamborrada de San Sebastián

Esta festividad tiene su origen en el siglo XIX como conmemoración de la ocupación napoleónica de San Sebastián durante la Guerra de la Independencia (1808-1812). Aunque existen diversas versiones sobre el papel que los tambores y barriles jugaron en la época, la más extendida señala que cuando los militares napoleónicos que ocupaban la ciudad desfilaban en formación tocando el tambor las aguadoras de San Sebastián les respondían golpeando los barriles que empleaban para recoger el agua de las fuentes. De esta forma, actualmente, las tamborradas de adultos presentan dos grupos: uno de tambores con traje napoleónico inspirado en algún traje real; otro de cocineros y aguadoras con barril. Las canciones que se interpretan: la Marcha de San Sebastián, etc. fueron compuestas por Raimundo Sarriegui, profesor de la Academia Municipal de Música de San Sebastián.


Tamborrada de San Sebastián en Azpeitia y carroza inpirada en un órgano

La Tamborrada de Azpeitia se debe a la idea de dos jóvenes sacerdotes de San Sebastián, enviados a Azpeitia como capellanes y en honor al patrón de la parroquia Azpeitiarra San Sebastián de Soreasu. Los dos eran asistentes de la Parroquia dedicado a San Sebastián.

Al principio, esta iniciativa de añadir e incluir la tamborrada en Azpeitia no tuvo demasiado entusiasmo pero, cada año fue agrupándose más gente. Hoy en día también hay varias piezas autóctonas  creadas por el músico José Luis Francesena que fue organista de la Parroquia durante años y  anterior director del coro y de la banda de Azpeitia.

En 1958 salió una tamborrada infantil y la primera carroza con la “bella” de Azpeitia: un carruaje tirado por una pareja de bueyes. Esta tradición de crear carrozas para la tamborrada infantil ha perdurado hasta los días de hoy.
La carroza de este año la han protagonizado el prestigioso músico Julian Barrenetxea y la coral que lleva su nombre con motivo del 50º aniversario de su fallecimiento y el 25º aniversario de la coral. Para la construcción de la carroza la joven arquitecta Eider Juaristi Madrazo se inspiró en un órgano de tubos para crear el diseño de ésta. Agradecemos la confianza depositada en nosotros y damos las gracias por permitirnos participar en la creación de la carroza en unas fiestas tan importantes para el pueblo Azpeitiarra. Las medidas de la carroza son las siguientes: 2,80 metros de ancho, 3,85 de largo y 3,20 de altura.

viernes, 14 de enero de 2011

Historia de la empresa J.A. AZPIAZU

Azpeitia, donde se encuentra localizada la basílica de San Ignacio de Loyola, es una de las localidades con más larga tradición de construcción de órganos en España.

En 1820 Juan Amezua, padre y Diego Amezua, hijo,  construían órganos para la catedral de Valencia. Aquilino Amezua  (1847 – 1912)  el hijo más joven de Juan Amezua, sigue con la empresa de su padre. Al fallecer Aquilino se fundó la empresa Eleizgaray y Cia,  dedicada a la construcción de órganos, en la que se incorporó todo el personal de la fábrica de Aquilino Amezua. Entre los años 1915 y 1923 se fabricaron 44 órganos. En 1940 surge de nuevo la necesidad de construir nuevos órganos, esta vez es director de empresa Ramón González de Amezua (actual Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid).
La Organeria Española, sita frente a la plaza de toros de Azpeitia, era una continuación de Eleizgaray y Cia, cesando su actividad  en los años 1974 – 1975.

Todo hace pensar que las tecnologías específicas de los maestros organeros adaptadas a cada época se han ido transmitiendo de generación en generación hasta llegar a nuestros días,  sintiéndonos orgullosos herederos de esa tradición.

José Antonio Azpiazu Gómez comenzó a trabajar en la Organeria Española (O.E.S.A.) a los 17 años, especializándose en la rama de harmonización y afinación, armonizando órganos tales como: Teatro Real de Madrid, Valle de los Caídos, Palacio de la Música Barcelona, Parroquia San Pío X de Lourdes, Santa Eugenia de Biarritz.... Al cerrarse la Empresa Organería Española, funda su propia empresa junto con su hijo José Antonio Azpiazu Mateos. En la actualidad José Antonio Azpiazu Gomez o padre, se encuentra jubilado, y prosiguen con la empresa organera sus hijos José Antonio Azpiazu y Aritz Azpiazu, este último incorporado a la empresa desde el 2006.